Esta declaración va dirigida a la gente común y
corriente que ha decidido ejercer su derecho a sufragio de manera positiva, es
decir votando.
Es de nuestro interés dar a conocer las razones por las que hemos decidido ejercer
nuestro derecho al sufragio de manera inversa, es decir, absteniéndonos de
votar.
En primer término queremos dejar claro, que sentimos
que es nuestra obligación respetar los puntos de vista de las otras personas
aunque no coincidan con los nuestros. Eso es el pluralismo democrático que
preconizamos. Sin duda, los humanos presentamos una resistencia natural, quizás
impulsada por el instinto de conservación y la necesidad de seguridad en lo que
hacemos, a aceptar que hemos sido engañados. ¡Qué difícil es pensar que uno ha
sido víctima de un engaño! Como decía Mark Twain: “Es más fácil engañar a la
gente, que convencerlos de que han sido engañados”.