Este
artículo está dirigido a:
- En primer lugar, a la gente de a pie, para que presione a las Elites en la urgente transformación del sistema electoral venezolano.
- En segundo lugar, a los historiadores Tomás Straka y Elías Pino Iturrieta, y al sicólogo social Angel Oropeza.
- En tercer lugar a los comunicadores sociales, César Miguel Rondón, Vladimir Villegas, Nelson Bocaranda y Leopoldo Castillo, quienes hoy día dirigen programas importantes, en los que necesariamente deben ventilar la nula transparencia del sistema electoral.
- En cuarto lugar, a las organizaciones de Derechos Humanos, para que vayan creando el concepto correspondiente al delito de “fraude electoral masivo”, como parte del portafolio de los delitos de lesa humanidad.
- En quinto lugar, al Candidato de la MUD, para que corrija su posición ante este CNE, dado que todavía hay tiempo para enmendar errores graves de la campaña en curso.
Los
dispositivos denominados “captahuellas”, popularmente conocidos como “cazahuellas”, no hacen
lo que el CNE dice que deben hacer. Estos aparatos no están en capacidad
de hacer realidad el lema oficialista “1
persona 1 voto”
El
procedimiento de identificación de huellas del proceso electoral no impide que
voten los llamados “multicedulados siglo
21”.
La
“cazahuella” se ha convertido en el
verdadero “caballo de troya siglo 21”,
con el cual este Régimen Militar va tomando progresivamente las “colinas” ubicadas
en las mentes que aún se resisten a ser “Misión dependientes”.
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